1-. Te ayudaré a conocerte mejor

Gracias a un estudio de tus características físicas, aprenderás cuáles son las prendas que más (o menos) te favorecen. Para esto se realizan dos estudios: en uno de ellos se trata todo lo referente al mundo del color y en otro, todo aquello que tenga relación con la morfología corporal.

El estudio de colorimetría, se abarca desde dos puntos de vista. Por un lado, se realiza un test de color para descubrir  cuáles son los colores que más favorecen al rostro. Así se conocen qué prendas y complementos utilizar en el tren superior del cuerpo. Por supuesto, esto también es extensible al tipo de maquillaje. Por otro lado, y acorde con la teoría del color, también sabrás cómo combinarlas entre sí de forma mucho más creativa. Sí, por fin y de una vez por todas, aprenderás a combinar los colores en tus looks.

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Sarah Brown en Unsplash

Tras realizar las mediciones en tu cuerpo oportunas, se realiza el estudio de morfología corporal. Estas medidas, nos dan la clave para saber qué tipo de silueta tienes. Tras esto, se mantiene una charla y, tras saber qué es aquello que hace sentir mejor (o peor) de su silueta al cliente, se trabaja cómo conseguirlo. Sí, todo ello a través del vestuario. De esta forma descubrirás qué corte de vestido es el ideal, si el talle del pantalón debe ser más o menos alto o el camal más o menos estrecho, si el escote ideal es el V o si tu falda ideal es la evasé.

2-. Por fin pondrás orden en tu armario

Hoy en día, la mayoría de las personas juegan con dos factores en su contra que influyen de manera directa en su guardarropa. Estos son: el ajetreado ritmo de vida y el poco espacio disponible para almacenar nuestro vestuario. Una asesora de imagen personal te puede ayudar a solucionarlo, ¿cómo? Pues de forma muy sencilla: realizando un análisis de armario.

De esta forma, se retirarán las prendas que ya no usas por diferentes razones, ya sea porque no es tu talla adecuada, porque no está en condiciones óptimas o porque ya no te sientes identificadas con ellas. Después, se barajarán diferentes formas de crear un lookbook. Es decir, un espacio en el que solamente tengan cabida los looks que se pueden hacer con tus prendas. De esta forma, se sacará el máximo partido a tu guardarropa. No necesitarás tener tantas prendas para tener los outfits necesarios para tu día a día, por lo que ganarás espacio. Además, también ganarás tiempo cada vez que tengas que escoger un look. Piénsalo, si quieres, solo tendrás que echar un vistazo a tu lookbook y escoger cuál te apetece lucir.

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Jordi Pujadas en Unsplash

3.- Con una asesora de imagen personal ahorrarás dinero

Una vez ya conoces cuáles son tus condiciones físicas gracias a los estudios de colorimetría y morfología corporal, ya no dudarás a la hora de saber qué prendas comprar. De esta forma, ya no guardarás en el armario prendas con la etiqueta o con una sola puesta, porque sí te gustó en el catálogo, pero una vez puesta o bien no te identificas con esa prenda o bien no sabes (o no tienes) con qué combinarla. Es decir, solo comprarás aquello que vas a utilizar realmente y en numerosas ocasiones, rentabilizando tu inversión.

Por si todo esto fuera poco, al tener el guardarropa ordenado y clasificado en un lookbook, tendrás conciencia real de qué es aquello que tienes y qué es aquello que necesitas. Así, evitarás el “comprar por comprar”, favoreciendo tus necesidades reales. De esta forma, podrás invertir en prendas de más calidad, atemporales y duraderas, sin que afecte a tu economía. Al comprar menos, ahorrarás dinero.

Si necesitas más información sobre cómo puede ayudarte una asesora de imagen personal, no dudes en contactar conmigo o visitar mis redes sociales.